10/05/2017/24 Horas
Luciendo un penacho de plumas y un collar de piedras negras, un gobernador opositor de origen indígena lanzó este martes una «maldición» contra las autoridades del gobierno venezolano, tras haber sido inhabilitado por 15 años por la Contraloría para ejercer cargos públicos.
«Voy a convocar a mis ancestros, a mis chamanes, para que la maldición del Dabucurí caiga sobre esa gente que ha tratado de hacernos maldad», dijo en una insólita rueda de prensa Liborio Guarulla, gobernador de Amazonas (estado mayoritariamente selvático del sur de Venezuela), mientras agitaba con la mano derecha una maraca adornada con plumas marrones y negras.
«Les aseguro que no morirán sin tormento, les aseguro que antes de morir comenzarán a sufrir y que su alma va a vagar por los sitios más oscuros y pestilentes antes de poder cerrar los ojos», agregó Guarulla con gesto serio, invocando «un poder espiritual».
Es el segundo dirigente opositor inhabilitado por la Contraloría durante la oleada de protestas iniciadas el pasado 1 de abril contra el gobierno de Nicolás Maduro, luego del excandidato presidencial Henrique Capriles.
Las manifestaciones en todo el país han derivado en disturbios con saldo de 36 muertos y centenares de heridos y detenidos.
«Así como ellos creen que tienen un poder material, nosotros tenemos un poder espiritual y nuestra gente nos ha protegido hasta el día de hoy y nos va a seguir protegiendo», expresó Guarulla, acompañado de otros dirigentes indígenas ornados con plumas y collares.
El Dabucurí es un ritual en la selva amazónica, practicado para la integración de las distintas etnias que habitan la zona. Ha sido propuesto como Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO.
Sin embargo, según reportes de la prensa local, las «víctimas» del Dabucurí -cuando se convierte en maldición- pierden todas sus riquezas y su vida se llena de dolor.
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