14/03/2016/RT / Reuters / Pixabay
«A corto plazo no se percibe la posibilidad de que se repita la Guerra Fría en la forma en que se vivieron las relaciones entre la URSS y EE.UU.».
La «paz fría» entre Rusia y EE.UU. puede prolongarse durante muchos años, según predicen dos catedráticos rusos –exfuncionarios de los Ministerios de Defensa y Exteriores–, quienes señalan que el escenario de una guerra fría como la que se vivió el siglo pasado es poco probable. El académico Andréi Kokoshin y el doctor en Ciencias Políticas Alexánder Panov han publicado un nuevo libro bajo el título ‘Cambios macroestructurales en la política global del sistema hasta el año 2030’, que explora las tendencias clave en el marco de la política mundial y la evolución del papel de sus «centros de poder».
No habrá Guerra Fría, pero se prolongará una ‘paz fría’
«A corto plazo no se percibe la posibilidad de que se repita la Guerra Fría en la forma en que se vivieron las relaciones entre la URSS y EE.UU.», aseguran los autores. Al mismo tiempo «hay una alta probabilidad» de que Washington continúe con su política de «contención hacia Rusia».
«Como resultado, el período de ‘paz fría’ puede ser bastante largo, se extendería por muchos años», pronostican Kokoshin y Panov, citados por TASS.
El centro de gravedad de la política mundial se está desplazando
El libro presenta un conjunto de datos y estimaciones que indican un aumento sustancial del valor de la economía mundial, actual y futura, y de la política de muchos países asiáticos, así como el desplazamiento del «centro de gravedad» en la región de Asia-Pacífico.
De acuerdo con los autores, «es probable que el poder militar de China sea tal que pueda garantizar la estabilidad interna del país en los próximos 10-15 años», y además permitiría el uso de la fuerza sobre una serie de sus vecinos, con los que China tiene disputas territoriales.
Este poderío del gigante asiático garantizará, según los catedráticos, «la disuasión nuclear contra EE.UU. como potencial antagonista principal de China en el mundo».
Al analizar la política de Tokio, Kokoshin y Panov llegan a la conclusión de que «las relaciones de Japón con Rusia tienen un valor intrínseco que cumple con los intereses nacionales de los países, y que además contribuyen a la creación de un ambiente propicio para la búsqueda de una solución pacífica de los problemas del tratado de paz».
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