02/03/2016/Rumbos Digital/PS
Algunas familias están malditas con una rara enfermedad hereditaria llamada «insomnio fatal», que termina cobrándose la de sus víctimas luego de dejarlos meses enteros sin dormir.
La mayoría de las veces las pesadillas ocurren cuando duermes. Pero hay casos en que es exactamente lo contrario.
El mal se llama «insomnio fatal» y es aterrador. Según narra el escritor especializado David Robson para la BBC, se trata de «una especie de coma en vigilia que termina en la muerte.»
Es una clase de insomnio muy rara que mata luego de unos años de aparecidos los primeros síntomas. Si bien los síntomas aparecen de a poco, estas familias han aprendido a detectarlos luego de verlos en otros .
Así le ocurrió a Silvano, un de unos 50 años que tuvo el primer síntoma en una pista de baile arriba de un crucero. Así lo relata Robson:
«Bailando una tarde en el crucero, Silvano se sintió avergonzado porque vio que su camisa estaba empapada de sudor. Preocupado, fue a mirarse al espejo y notó que sus pupilas se habían achicado a dos pequeños puntitos negros. Era la mismo que le había pasado a su papá y dos hermanas al principio de esta misteriosa enfermedad. El sabía que era sólo el comienzo. Temblores, impotencia y constipación sería lo siguiente. Pero lo más aterrador sería la ausencia de sueño…»
Silvano murió unos años después, pero donó su cerebro para que lo estudien, algo que esperaba sea un aporte póstumo para encontrar la causa de la enfermedad y eventualmente un tratamiento.
Los médicos descubrieron que el cebero de Silvano tenía grandes daños en el tálamo, probablemente causado por una mutación genética que comparte con otros miembros de su familia.
Este daño en el tálamo parece ser lo que previene que entren en una fase profunda del sueño, que es la responsable de que el descanso sea o no reparador.
El tálamo también está involucrado en varios procesos automáticos. Como la regulación del calor corporal.
«Cuando se daña, es como si tu sistema de calefacción central fallara, las tuberías de agua perdieran, las ventanas estén abiertas y tengas la música a todo volumen, todo es un caos», explica Robson. «Por eso la transpiración excesiva, las pupilas contraídas, la impotencia y la constipación. Este desajuste también podría contribuir al insomnio, ya que sus cuerpos son incapaces de prepararse para una noche de sueño.»
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