26/12/2015/REUTERS/Joe Penney
Según los últimos estudios la orientación de las rayas en el cuerpo de algunos animales depende de tres variables y un algoritmo lo refleja.
La presencia de las rayas o patrones de coloración en diversos animales tiene múltiples funciones, desde la necesidad de camuflarse y protegerse de los enemigos, hasta sorprender y llamar la atención. Recientes estudios indican por ejemplo que en el caso de las cebras las rayas funcionarían como un método para mitigar el calor y evitar el ataque de mosquitos.
Mientras que la razón por la que los animales necesitan las rayas en su cuerpo está relativamente clara, poco se sabía acerca de su orientación en una dirección particular. ¿Por qué las rayas del tigre son perpendiculares a su cuerpo, mientras que las del pez cebra son horizontales?
Los investigadores de Harvard (EE.UU.) se plantearon la misma pregunta y acabaron por desarrollar una ecuación matemática que permite identificar las variables que afectan la formación de las rayas en el cuerpo de algunos animales.
Durante sus investigaciones analizaron y sistematizaron la mayoría de modelos que, desde los años 1950, los científicos ofrecían para comprender esta característica. Tom Hiscock, uno de los autores del trabajo, publicado en la revista ‘Cell System’, explica la simplicidad del algoritmo en el que figuran tres variables principales. Resultó que la orientación de las rayas de los animales depende de un cambio en la sustancia que aumenta la densidad en el patrón de las rayas, alteración de las sustancias que determinan los parámetros de la formación de las mismas, y un cambio físico en el mecanismo molecular o celular que les da origen.
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