14/09/2017/History/AM
Recientemente dos constructores alemanes hallaron en la ciudad de Frankfurt una bomba lanzada por la aviación británica durante la Segunda Guerra Mundial. La megabomba, de 1,4 toneladas, no explotó durante la contienda y constituía una grave amenaza para los habitantes de la zona, que debieron ser evacuados para desactivar el artefacto con seguridad.
Durante el operativo más de 50 mil ciudadanos debieron dejar sus hogares, incluso 100 pacientes internados en hospitales del área tuvieron que ser trasladados a otros nosocomios. El escuadrón encargado de la desactivación advirtió que, de explotar espontáneamente, la bomba podría aplanar una calle entera.
Se calcula que en Alemania quedan aún más de 350 artefactos explosivos que, tras ser lanzados durante la guerra, no llegaron a detonar. Los especialistas advierten que las bombas se vuelven más inestables con el paso del tiempo, por lo que es imprescindible localizarlas y desactivarlas controladamente para evitar pérdidas humanas.
El país incluso cuenta con un cuerpo especializado en estos procedimientos, la Kampfmittelbeseitigungsdienst (KMBD), que desde el año 2000 ha perdido a 11 técnicos en accidentes ocurridos durante la eliminación de bombas.
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