25/02/2025/Victor Gomez, El Crepuscular/AP
Después de atravesar la peligrosa selva del Tapón del Darién en busca de asilo en Estados Unidos, numerosos migrantes andinos, principalmente de Venezuela y Colombia, están regresando a sus países de origen debido a las estrictas medidas migratorias implementadas por el presidente estadounidense Donald Trump.
El domingo, una embarcación con motor fuera de borda zarpó de un puerto de la costa caribeña de Panamá, llevando a 20 migrantes venezolanos, incluyendo 16 adultos y 4 niños. Después de un trayecto de unas ocho horas hacia otro puerto panameño, continuarán su viaje hacia Colombia.
El viernes por la noche, otra embarcación que zarpó de la comarca indígena de Guna Yala naufragó debido a mal tiempo y violentos oleajes, con 21 personas a bordo, incluyendo 19 migrantes de Venezuela y Colombia. Este trágico incidente resultó en la muerte de una niña venezolana de 8 años.
Las estrictas medidas de Trump han llevado a muchos migrantes a abandonar sus esperanzas de solicitar asilo en Estados Unidos. La suspensión de la aplicación CBP One, que se implementó durante el gobierno del presidente Joe Biden, ha dejado a muchos migrantes sin opciones.
En Costa Rica, se reporta que entre 50 y 75 nuevos migrantes están viajando hacia el sur cada día. Los migrantes, en su mayoría de Venezuela y Colombia, han llegado al puerto de Guna Yala, donde se les ofrece alojamiento en colchonetas y la posibilidad de cargar sus teléfonos móviles y comprar comida antes de su viaje en bote, a un costo de entre 200 y 260 dólares por persona.
Karla Castillo, de 36 años y oriunda de Valencia, Venezuela, regresó a su país para las elecciones presidenciales y luego decidió dirigirse hacia el norte, cruzando la selva del Darién. Sin embargo, tras no conseguir una cita para solicitar asilo en Estados Unidos y la eliminación de la aplicación CBP One, decidió regresar a su país. Karla expresó sentimientos encontrados, frustrada por no haber podido entrar a Estados Unidos, pero ansiosa por reunirse con sus hijos y su madre en Venezuela.
En Cartí, los migrantes esperan el momento de zarpar, mientras algunos juegan dominó o fuman cigarrillos. Las autoridades panameñas han indicado que todas las embarcaciones deben cumplir con medidas de seguridad, pero el reciente naufragio ha generado preocupación entre los migrantes.
Estevani Llerena y Juan Luis Guedez son algunos de los migrantes que regresan a Sudamérica tras no poder alcanzar su sueño americano. Ambos esperan reunirse con sus familias y volver a sus países de origen, aunque enfrentan incertidumbre y preocupaciones sobre su seguridad durante el viaje.
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