10/01/2017/hola/AJV
Esta fruta tiene un alto poder depurativo, algo especialmente interesante después de tanto exceso gastro navideño. Además, cuenta con otras muchas propiedades beneficiosas para el organismo. Te resumimos las más importantes.
Sobre las propiedades nutritivas y dietéticas del limón podrían escribirse libros y libros enteros. Y es que esta fruta de procedencia asiática era ya utilizada con fines curativos por las más antiguas civilizaciones.
Entre sus beneficios, cabe mencionar su gran poder depurativo, convirtiéndose así en un magnífico ‘aliado’ ahora que ya han terminado los festines culinarios propios de la Navidad y que es hora de recuperar buenos hábitos alimenticios. Y es que unas gotas de limón en un vaso de agua tomado en ayunas nos ayudarán a eliminar toxinas (un gesto que, lógicamente, deberemos acompañar de una dieta sana y ejercicio físico).
Más allá de esta propiedad depurativa, el limón cuenta, como decimos, con otras grandes ventajas, siendo las más detacadas:
-Su poder antioxidante (capaz de ayudarnos a contrarrestar los efectos de los radicales libres, previniendo así el envejecimiento prematuro).
-Además, su alto contenido en vitamina C hace que se constituya como alimento ideal para combatir resfriados, inflamación de amígdalas, bronquitis e infecciones de carácter leve.
-Asimismo el limón mejora la función del aparato digestivo debido a su elevado contenido en fibra vegetal.
-Su escaso aporte calórico (apenas 30 calorías por cada 100 gramos) lo convierte en un alimento ideal para su inclusión en las dietas de adelgazamiento (en zumos, como ingrediente para aderezos, etc).
ALGUNOS TRUCOS Y CONSEJOS
-Para sacarle el mejor partido cuando quieras exprimirlo, pásalo antes bajo el chorro de agua caliente y luego ruédalo sobre una superficie dura presionándolo suavemente.
-Si no tienes a mano un exprimidor y necesitas sacar un chorrito de zumo, clava en él una cerilla por la parte sin fósforo, retírala y aprieta con la mano. Otra manera puede ser atravesándolo de una punta a otra con una aguja.
-El mejor sitio para conservarlos es en el cajón de las verduras, ya que a temperatura ambiente se secarán antes.
-También puedes conservarlos metiéndolos en un recipiente con agua fresca, que deberás cambiar todos los días.
-Los más redondos suelen tener más zumo; tenlo en cuenta a la hora de comprarlos.
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