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El pájaro carpintero, la posición con la que ellos se vuelven locos

03/10/2017/elconfidencial / MF

Tras ‘el acordeón’ y ‘el exprimidor’, llegamos a la postura de ‘el pájaro carpintero’. Damos por hecho que has probado las anteriores. Te habrán gustado más o menos, pero reconoce que tienes ganas de seguir experimentando. Por eso hoy nos centraremos en el sexo oral cuando son ellos los que reciben.

Antes de entrar en materia, advertimos de que es una posición reservada única y exclusivamente a los hombres dominantes, a aquellos a los que les excita tener el control en la cama; y, por ende, a aquellas mujeres a las que les guste ser dominadas o ser sumisas en el dormitorio. Huelga decir que damos por hecho que sabes qué es un pájaro carpintero, y qué hace sobre la corteza de los árboles con su pico. Sí, es lo que estás pensando.

Es una posición reservada para los hombres dominantes y, por ende, para aquellas mujeres a las que les guste ser sumisas en el dormitorio

En esta posición, él tiene todo el control de la acción, pues controla los movimientos de su pene, que es introducido en la boca de la fémina. Ella no tiene mucho trabajo, ya que solo ha de estar recibiendo el miembro viril masculino en sus labios. El hombre se coloca de rodillas, con su zona genital a la altura de la cara de su pareja, e introduce su pene en la boca. Controla las penetraciones y el ritmo. En otras palabras, y para los menos expertos, es como si el hombre estuviese picando.

Es una posición reservada para los hombres dominantes y, por ende, para aquellas mujeres a las que les guste ser sumisas en el dormitorio

En esta posición, él tiene todo el control de la acción, pues controla los movimientos de su pene, que es introducido en la boca de la fémina. Ella no tiene mucho trabajo, ya que solo ha de estar recibiendo el miembro viril masculino en sus labios. El hombre se coloca de rodillas, con su zona genital a la altura de la cara de su pareja, e introduce su pene en la boca. Controla las penetraciones y el ritmo. En otras palabras, y para los menos expertos, es como si el hombre estuviese picando.

¿La probarás? Si es así, cuéntanos qué te ha parecido. Has de hacerlo con pasión para que salga bien.

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