14/05/2017/AFP / LR
Caravanas de autos, motos, bicicletas y hasta caballos tomaron este sábado el asfalto en Venezuela en nuevas protestas, entre bombas lacrimógenas, mientras el presidente Nicolás Maduro reafirma su llamado a una Asamblea Constituyente «popular».
La oposición mantiene su ofensiva en la calle contra Maduro para exigir elecciones generales y rechazar la convocatoria a Constituyente. Las movilizaciones han degenerado en hechos violentos que dejan 38 muertos y cientos de heridos y detenidos en seis semanas, por los que se responsabilizan mutuamente gobierno y oposición.
«Yo solamente estoy esperando el día en que el CNE (Consejo Nacional Electoral) fije la fecha de las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente para que el pueblo salga a hacer justicia con votos», expresó este sábado Maduro en un discurso transmitido por la televisora estatal VTV.
El gobernante confirmó un sistema en el que al menos de la mitad de los 500 constituyentes serán elegidos por sectores sociales en los que el chavismo tiene fuerte influencia, lo que sus adversarios consideran una maniobra para burlar el «voto universal» y aumentar su control del poder.
Maduro no hizo referencia a la posibilidad de consultar en referendo la iniciativa, como hizo en 1999 su mentor, el fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013).
Más temprano, cuerpos de seguridad dispersaron con ráfagas de bombas lacrimógenas movilizaciones en Caracas y Valencia (estado Carabobo, norte).
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) denunció igualmente, en un boletín, «situaciones irregulares contra manifestantes» en los estados Portuguesa (oeste) y Monagas (este).
– Nube de gases –
«Hay que seguir buscando fórmulas de protesta. ¿Marchas? Marchamos. ¿Trancas? Trancamos. ¿Caravanas? Acá estamos», dijo a la AFP Rafael Galvis, de 46 años, al volante de una camioneta de carga con una decena de manifestantes a bordo que llevaban banderas venezolanas y pancartas.
Pedaleando una bicicleta, Álvaro Sanabria, de 53 años, aseguraba estar dispuesto a «llegar hasta donde haya que llegar».
Comenzaba entonces la movilización opositora en la capital. Un par de horas después, militares en motocicletas disolvieron con gases un grupo cuando se movía por la estratégica autopista Francisco Fajardo con la meta de recorrer unos 25 km hacia el costero estado Vargas.
Pese al cierre de accesos en esa vía por antimotines de la Guardia Nacional, otro grupo consiguió llegar a ese destino junto con líderes opositores.
En incidentes en el este de Caracas, un autobús fue incendiado en Altamira.
Maduro acusó de secuestrar y quemar el vehículo a encapuchados, que tildó como «bandas terroristas de Julio Borges», refiriéndose al presidente del Parlamento, único poder controlado por la oposición. Aseguró que los responsables están «identificados» y prometió que serían capturados.
Un joven manifestante con el rostro cubierto, frente al bus, negó que opositores hubiesen prendido fuego a la unidad. «No fuimos nosotros, eso fue planeado», dijo a la AFP.
El chavismo, a su vez, se concentró en el centro de la ciudad en una jornada de actividades deportivas, musicales y recreativas.
El convoy opositor de Valencia, por su parte, esperaba llegar a Campo de Carabobo, emblemático paseo en el lugar donde se peleó la definitiva batalla por la independencia venezolana. No pudo hacerlo entre lacrimógenas lanzadas a las filas de vehículos.
Los edificios de la zona fueron afectados por la andanada y una dirigente opositora de la región, Mariangel Navas, denunció haber sido herida en la cabeza por una de las bombas. «¡No más represión!», gritaba una mujer.
– «Vamos a seguir» –
Las protestas contra Maduro se desataron el 1 de abril luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) asumiera las funciones del Parlamento, lo que la oposición denunció como un «golpe de Estado». Aunque esa decisión fue anulada tras fuerte rechazo internacional, las manifestaciones continuaron.
Una veintena de integrantes de la Asamblea Constituyente de 1999 firmó este sábado un manifiesto en el que rechaza el proyecto planteado por Maduro, considerándolo «inaceptable» y exigiendo que sea consultado en referendo.
Las tensiones se producen en medio de una severa crisis económica, con la inflación más alta del mundo, estimada en 720% para 2017 por el FMI, y escasez crónica de alimentos, medicinas y otros productos básicos.
«Vamos a seguir en la calle, construyendo una salida a la crisis», declaró a la AFP Freddy Guevara, vicepresidente del Legislativo.
La oposición tiene previstas manifestaciones con motivo del ‘Día de las Madres’, que se celebra este domingo en Venezuela, y un plantón -bloqueo temporal de vías- el lunes.
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