10/01/2016/Alexander Kryazhev/ Sputnik
Aunque el tono de voz, las miradas y los gestos nos permiten expresar y entender más fácilmente una actitud sarcástica, psicólogos demuestran que es posible hacerlo de manera escrita.
Un estudio publicado en la revista ‘Quarterly Journal of Experimental Psychology’, comparó la eficacia de las diferentes formas de puntuación y emoticonos a la hora de transmitir el sarcasmo en un texto y qué impacto emocional puede tener el uso de esta figura retórica.
Ruth Filik de la Universidad de Nottingham (Reino Unido) y coautora de la investigación, llevó a cabo dos experimentos similares con cerca de 200 alumnos. En el primero, los estudiantes leyeron mensajes sarcásticos con su respectivo contexto de forma tal que sería lo suficientemente fácil de identificar mientras que en el segundo ejercicio, el mensaje carecía de contexto y quedó expuesto tanto a interpretaciones literales como erróneas. Con el uso de emoticonos sencillos, puntos, comas y signos de exclamación en los mensajes se evaluó la percepción de los participantes.
El estudio concluyó que en un contexto poco explícito y ambiguo, los emoticonos aumentan la percepción del sarcasmo. Sin embargo, el guiño 😉 o los puntos suspensivos, muchas veces pueden ser considerados un insulto y perder su intención burlesca dependiendo de la construcción de la frase: «Encontré su charla tan interesante…» puede sonar ofensivo, mientras que «No encontré su charla tan interesante…» demuestra el sarcasmo más claramente, explica Filik.
Por otra parte, a través de los experimentos se encontró que el sarcasmo tiende a reducir el impacto emocional tanto en un elogio como en una crítica escrita y permite al receptor del mensaje asimilarlo más positivamente.
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