24/11/2016/El gran chef/AJV
Para que en estas fiestas tengas un dato interesante para lucir ante tus amigos y familiares, descubre ahora por qué comemos pavo en Acción de Gracias.
Un poco de historia para comprender
Aunque en algunas zonas de los Estados Unidos se acostumbraba a juntar a la familia durante el otoño para dar las gracias e incluso los presidentes solían declarar un día de Acción de Gracias en el año, no existía en lo absoluto una festividad nacional con esta idea. Muchas de estas celebraciones incluían pavo en su menú, sin embargo ni era oficial ni se encontraba en todas las mesas.
Una publicación reeditada bajo el nombre de Bradford’s Journals (El diario de Bradfords’s) en 1856 (que permanecía perdidos desde hacía un siglo), mencionaba que los colonos habían cazado pavos durante el otoño de 1621 y, como los pavos no eran algo común para los notreamericanos hasta la fecha, el pavo comenzó a verse como una opción más atractiva para las festividades.
Así el día de Acción de Gracias comenzó a hacerse más y más popular en el país, hasta que Lincoln declaró Thanksgiving como feriado nacional en 1863.
Entonces por qué se come pavo
Más allá de la publicación de Bradford’s Jounals, existen razones prácticas para escoger pavo como el alimento principal para la comida de Acción de Gracias. Se trata de un ave de gran tamaño que puede satisfacer a toda la familia en forma más eficiente que, por ejemplo, el pollo. Además, los pavos no tenían más propósito que el de su carne, pues no colocan huevos o leche que puedan comercializarse.
Por otro lado contaban con un atractivo particular, puesto que servir carne vacuna, porcina o de pollo parecía demasiado común para una festividad de la magnitud de Acción de Gracias.
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