03/06/2017/El Motor
Ciudad del Vaticano pretende convertirse en el primer país del mundo que alcance el objetivo de verse libre de emisiones de C02 gracias a la utilización de energías renovables y a la movilidad eléctrica. Dentro de este proyecto, Opel ha entragado al papa Francisco una unidad del Ampera-e. El encargado de reunirse con el Papa fue Karl-Thomas Neumann, presidente y consejero delgado de la empresa alemana, en el marco del evento ‘Laudato Sì: la Sostenibilidad de la Comunicación y la Innovación”.
Esta conferencia reunió a representantes de instituciones, empresarios, expertos y líberes de opinión para debatir sobre las claves de la sostenibilidad ambiental, incluyendo la movilidad del futuro. En este escenario, el Vaticano y Opel se comprometieron a trabajar en común en un programa de movilidad sostenible para esta ciudad estado.
El Opel Ampera-e es un coche completamente eléctrico, con un motor de 204 CV de potencia alimentado por baterías de ión-litio de 60 kWh, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y alcanzar los 150 km/h de velocidad punta. Sin embargo, su principal cualidad es la autonomía, que llega a los 520 kilómetros en el ciclo NDEC y se queda en unos mucho más realistas 380 en el ciclo WLTP. En ambos casos, se trata ya de distancias más que aceptables para considerar a este vehículo como una alternativa real de movilidad en cualquier circunstancia, especialmente refiriéndose a un entorno de la superficie reducida de Ciudad del Vaticano.
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