18/03/2017/RT/AM
Mientras que el rabino y el pastor admiten haber probado la droga pero muchos años atrás, Dillard confiesa haberla consumido por última vez tan solo una hora antes de la grabación.
La plataforma audiovisual Cut ha publicado en su canal de Youtube un video que muestra un apasionado debate espiritual entre Jim Mirel, un rabino judío, Chris Schuller, un sacerdote de la Iglesia episcopal, y Carlos Dillard, quien se define como un «homosexual conservador ateo». Podría sonar a una discusión oída muchas veces, pero esta vez tiene una particularidad, todos sus participantes hablan bajo los efectos de la marihuana.
Mientras que el rabino y el pastor admiten haber probado la droga pero muchos años atrás, Dillard confiesa haberla consumido por última vez tan solo una hora antes de la grabación. La escena parece haber sido filmada en el estado de Washington (EE.UU.), donde el uso recreativo de marihuana es legal.
¿La religión prohibe la marihuana?
«Estoy aquí para experimentar una de las creaciones de Dios», comienza diciendo el rabino. Por su parte, el sacerdote afirma que aunque la mayoría de personas que se definen como cristianas probablemente no sean consumidores de marihuana, «no hay preceptos bíblicos» que la prohíban.
El rabino, por su parte, indica que en el Antiguo Testamento se pueden encontrar algunos pasajes que hablan de la utilización del aceite de cáñamo para realizar unciones.
Acto seguido, estos tres sujetos de orígenes tan diferentes comienzan a fumar ‘ganja’ con diversos métodos y quedan sumidos en una profunda y distendida conversación acerca de sus creencias espirituales y de su relación con Dios.
¿Legalizar la droga?
Cuando se les pregunta sobre su postura sobre la legalización de la marihuana, el sacerdote confiesa que le gustaría que se aplicase al cannabis las mismas leyes que rigen la venta de alcohol, mientras que el rabino opina que si la gente tiene una experiencia positiva al consumirla, eso quiere decir que es buena.
Al final del video, el sacerdote apunta que la grabación se está llevando a cabo el Miércoles de Ceniza (el primer día de la Cuaresma cristiana), por lo que el joven ateo le permite que trace una cruz de ceniza en su frente, para después hacer lo propio con el religioso. Antes de despedirse, el rabino bendice a sus dos compadres marihuaneros con unas palabras en inglés y en hebreo.
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