22/01/2016/AFP/EA
Llegó disfrazado de inofensivo hermano menor del dengue, pero el del zika, transmitido por el nefasto mosquito Aedes aegypti, tenía un as bajo la manga: los bebés comenzaron a nacer con microcefalia y ahora la epidemia siembra pánico en Latinoamérica.
Hace tres meses, mientras las primeras noticias sobre la relación entre el zika y la microcefalia comenzaban a ganar espacio en los medios brasileños, Jacinta Goes supo que su tercer hijo venía en .
«Estoy con mucho miedo», dijo a la AFP en Sao Paulo esta empleada doméstica, que dice carecer de información sobre cómo protegerse. «Por ahora no estoy usando repelentes porque el médico no me dijo nada, no me habló del virus zika. Hasta que él no me diga lo que tengo hacer, no puedo tomar medidas por mi cuenta porque puede ser peligroso», cuenta la , de 39 años.
Esta inquietud ha causado fenómenos curiosos, como una inusitada alza del precio de los repelentes en Brasil, la fumigación masiva del mayor cementerio de Lima y la recomendación de los Gobiernos de Colombia y El Salvador de no quedar encinta.
Luego de aterrizar el año pasado en el continente, el zika ya se ha propagado en casi toda la región a una velocidad relámpago que se explica por la ubicuidad del mosquito, transmisor además del dengue y la chicunguña, dijo a la AFP el martes Sylvain Aldighieri, jefe del departamento de Enfermedades Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Y, después de meses de especulaciones, esta semana unos científicos brasileños confirmaron que el zika se contagia de madre a hijo a través de la placenta. Pero aún no han podido comprobar que esta enfermedad produzca microcefalia en el feto, aunque es la principal sospechosa.
Actualmente hay casi 3.900 casos sospechosos de esta malformación en el gigante sudamericano. En noviembre, cuando se anunció el posible vínculo entre el zika y la microcefalia, se habían registrado 1.248 casos. Como referencia, en todo 2014, 147 bebés fueron diagnosticados de microcefalia en Brasil.
La microcefalia ocurre cuando la circunferencia del cráneo es igual o inferior a 33 centímetros y acarrea dificultades en el desarrollo intelectual.
Además, los científicos también estudian un posible vínculo del zika con el síndrome de Guillain-Barré, que causa una parálisis que puede ser irreversible.
Viaje después de nacido el bebé
Estados Unidos advirtió el viernes pasado a las mujeres embarazadas que eviten viajar a 14 países de América Latina y el Caribe. Este anuncio significa un problema a dos semanas del Carnaval y, sobre todo, a pocos meses de los Juegos Olímpicos en Brasil, un gigante en recesión que reza por el ingreso masivo de turistas.
Emilie Goldman no aguardó las recomendaciones oficiales para tomar una decisión. Está esperando a su primer hijo para mayo y acaba de cancelar un viaje previsto a Bahia, en el noreste de Brasil, y que realiza todos los años.
«En Francia ni se hablaba de eso», dijo la mujer de 33 años telefónicamente desde París. «Pero comencé a hablar con algunos médicos para saber las repercusiones y, poco a poco, te das cuenta de que por una semana de vacaciones no vale la pena tanto riesgo; y a último momento decidí no ir».
El Gobierno de Colombia fue más lejos cuando, a principios de enero, pidió a las parejas evitar un embarazo en los próximos seis meses. La recomendación generó chanzas en los medios y redes, como la de un locutor de radio que tranquilizó a la población diciendo que no hay que evitar «el gustico», sino el embarazo.
También El Salvador pidió este jueves a las mujeres que eviten embarazos este año y en 2017.
Pero, al mismo tiempo, el viceministro de Salud de Colombia, Fernando Ruiz, buscó aliviar temores: «Todavía la relación de la microcefalia y (el síndrome de) Guillain-Barré con el zika debe considerarse como una relación sospechosa, no como una certeza, hasta tanto no existan estudios a profundidad», recordó.
Según la OPS, 18 países de Latinoamérica y el Caribe han confirmado circulación autóctona del zika. El más afectado es Brasil, cuyo Ministerio de Salud no ha divulgado una cifra del total de enfermos sino de los vinculados a la microcefalia, que se ha limitado a sus fronteras.
Colombia tiene 13.500 infectados; El Salvador 5.561 y Honduras 608. En los demás países los pacientes se cuentan por decenas. La infección provoca síntomas parecidos al dengue y la chicunguña -fiebre, dolor de articulaciones y erupciones en la piel- y se trata de la misma forma: paracetamol, reposo y abundante líquido. No existe un tratamiento específico.
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