24/06/2025/Victor Gómez, El Crepuscular/bing/La Opinión/El Pitazo/El Nuevo Herald
En una acción militar sin precedentes, el gobierno de los Estados Unidos llevó a cabo la madrugada de este martes una serie de ataques aéreos coordinados contra objetivos estratégicos en Irán, en el marco de la operación denominada «Martillo de Medianoche».
Más de 125 aeronaves —incluidos siete bombarderos furtivos B-2 Spirit— participaron en la ofensiva, la cual tuvo como blancos principales instalaciones nucleares ubicadas en Fordó, Natanz e Isfahán. El ataque también involucró el lanzamiento de misiles Tomahawk desde un submarino en el Golfo Pérsico.
“El mundo ha sido testigo de nuestra capacidad disuasoria. Ninguna otra nación cuenta con los recursos tecnológicos y estratégicos para ejecutar una operación de esta magnitud”, declaró el secretario de Defensa, Pete Hegseth, durante una rueda de prensa en el Pentágono.
La Casa Blanca confirmó que el presidente Donald Trump supervisó la operación desde la sala de crisis, acompañado de altos mandos militares y de inteligencia. Según fuentes oficiales, el objetivo fue “neutralizar amenazas inminentes y asegurar la estabilidad en Medio Oriente”.
Los primeros reportes sobre víctimas y daños materiales están siendo evaluados. Por su parte, el gobierno iraní ha condenado enérgicamente el ataque y ha prometido una respuesta “contundente y proporcional”.
Se espera que en las próximas horas el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas convoque una sesión extraordinaria para abordar las implicaciones de esta escalada militar.
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