18/08/2025/Victor Gómez, El Crepuscular/lavanguardia.com/mundodeportivo.com
Sarah Lezito, la domadora de la gravedad
Érase una vez en los viñedos de Champagne una joven que transformó un quad agrícola en su patio de juegos y, de paso, el mundo del motociclismo acrobático. Hoy, Sarah Lezito vuela sobre el asfalto con la misma desfachatez que tenía de niña, pero ahora a 100 km/h y bajo focos de Hollywood.
Sarah Lezito, la piloto francesa que desafía la gravedad sobre dos ruedas, ha consolidado su posición como una de las figuras más influyentes del motociclismo acrobático a nivel mundial. Con más de 20 millones de seguidores acumulados en sus plataformas digitales, Lezito no solo domina el asfalto, sino también el universo del entretenimiento global.
Desde sus inicios en los viñedos de Champagne, donde practicaba acrobacias con un quad agrícola, hasta convertirse en doble oficial de acción en superproducciones como Avengers: Age of Ultron, Viuda Negra y The Batman, Sarah ha roto barreras en un mundo tradicionalmente masculino. Su estilo audaz, precisión técnica y carisma natural la han convertido en un ícono de inspiración para miles de jóvenes alrededor del mundo.
“Mi moto es mi voz, mi pista es mi templo”, afirma Lezito, quien continúa entrenando en su circuito personal en Épernay, donde perfecciona maniobras que desafían la lógica: caballitos invertidos, acrobacias sobre el manillar y coreografías sincronizadas con música urbana.
Además de su carrera cinematográfica, Sarah ha sido reconocida por marcas internacionales como Red Bull, Kawasaki y GoPro, y ha participado en campañas que promueven la inclusión femenina en deportes extremos.
Con una comunidad digital que supera en seguidores a figuras como Marc Márquez, Lezito redefine lo que significa ser una estrella del motociclismo en la era digital: una mezcla de talento, autenticidad y visión global.
De Champaña a superproducciones
En Épernay, entre cepas y odres de vino, Sarah aprendió a equilibrarse sobre dos ruedas antes de saborear un trago de fama. Un video casero de 2013, con un solo «caballito», le abrió la puerta de Avengers: Age of Ultron. Desde entonces ha sido la doble de figuras como Scarlett Johansson y Zoë Kravitz, dejando su huella en taquillas millonarias.
El templo sobre ruedas
Cada mañana, Lezito recorre sus 600 metros de circuito privado: una pista que ella misma diseñó. «Aquí me libero», confiesa mientras acaricia el manillar de su Kawasaki roja. Es en ese óvalo donde practica maniobras imposibles —stoppies, wheelies invertidos y saltos sincronizados— hasta que la moto y su cuerpo actúan como uno solo.
Influencia digital y más allá
Con más de 22 millones de seguidores en Instagram, TikTok y YouTube, su influencia ya supera a la de muchos pilotos de competición. Las marcas lo saben: Kawasaki, Red Bull y GoPro la eligen no solo por su destreza, sino por la autenticidad con la que conecta con una audiencia global hambrienta de adrenalina.
Filosofía de alto octanaje
Para Sarah, el stunt no es un espectáculo: es una declaración. «Cada truco nace de un riesgo calculado y de la confianza en uno mismo». Esa filosofía la ha convertido en embajadora de la inclusión femenina en deportes extremos y en referente de resiliencia para jóvenes de todo el mundo.
Mirada al futuro
Entre proyectos de cine, colaboraciones con marcas y retos virales, Lezito no planea frenar. Su próxima meta: fundar una academia de stunt para niñas en Francia y producir una serie documental sobre el día a día de las «reinas de la acrobacia» en distintos continentes.
Sarah Lezito redefine la frontera entre el arte, el deporte y el espectáculo. Y lo hace con dos ruedas, un casco y la convicción de quien sabe que, en el asfalto de la vida, solo cabe avanzar a toda velocidad.
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