01/11/2025/Victor Gómez, El Crepuscular/El Impulso/
El paso del huracán Melissa por el Caribe ha dejado una estela de destrucción que afecta de forma desproporcionada a la población infantil. Según datos oficiales de UNICEF, más de 700.000 niños, niñas y adolescentes han sido impactados por las inundaciones catastróficas, marejadas ciclónicas y lluvias torrenciales que azotaron directamente a Jamaica y Cuba, y afectaron gravemente a Haití y República Dominicana.
La organización internacional advierte que miles de familias han sido desplazadas, mientras que la infraestructura crítica incluyendo hospitales, escuelas y sistemas de saneamiento ha sufrido daños severos. Los cultivos también han sido destruidos, lo que agrava la inseguridad alimentaria en la región.
“Cientos de miles de niños han visto sus vidas trastocadas de forma repentina. Necesitan urgentemente alimentos, agua potable, atención médica y acceso a la educación”, declaró Roberto Benes, director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe.
UNICEF ha activado sus protocolos de emergencia y está trabajando con gobiernos locales y organizaciones humanitarias para distribuir suministros esenciales, establecer espacios seguros para la infancia y restaurar servicios básicos. Sin embargo, la magnitud de la crisis requiere una respuesta internacional coordinada y sostenida.
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