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¿Se convertirá Perú en una superpotencia minera?

16/06/2016/Enrique Castro-Mendivil/Reuters

La conflictividad social, el impacto ambiental y el fin del superciclo de las materias primas se perfilan como los principales retos del Perú para consolidar su posición como potencia minera en la región.

La posibilidad de que Perú se convierta en una potencia minera tiene, en principio, dos dificultades: remontar la mengua sostenida de la inversión en el sector y enfrentar la presión de las organizaciones sociales que están en contra de la depredación de los recursos en manos de intereses foráneos sin condiciones justas de empleo.

El reciente triunfo de electoral de Pedro Pablo Kuczynski en los comicios presidenciales de Perú ha hecho que agencias como Bloomberg prevean que el nuevo Gobierno tendrá una política de apertura a los mercados internaciones interesados en explotar las minas de oro, cobre y otros minerales, refiere El Mostrador.

Actualmente, la mitad de las exportaciones de Perú provienen de la minería. Datos del boletín estadístico de abril de este año señalan que el sector creció 23,64% con respecto al mismo período del año pasado, «explicado por el dinamismo de la actividad minera metálica que aumentó 33,75%, sustentado por la mayor producción de cobre (73,70%) y por el incremento del oro, plata, molibdeno y plomo».

El avance de la minería contrasta con el retroceso de 13,56% en el subsector hidrocarburos, motivado principalmente por las bajas cotizaciones del crudo. Este comportamiento obliga al nuevo mandatario a acelerar las medidas de su Gobierno para que el país cierre con las previsiones de crecimiento de 4% para este año.

La recuperación de las cotizaciones de los minerales ha sido leve pero sostenida, por lo que la apuesta a esta industria repunta. Sin embargo, según explica una nota del diario ‘El Día’, las inversiones en el sector han caído ostensiblemente y se estima que, si la situación no mejora, se ubiquen en apenas mil millones de dólares en 2018 después de haber alcanzado una cifra récord de caso diez mil millones de dólares en 2013.

Mineros descargan minerales y rocas en la operación de rescate de nueve mineros atrapados en la mina de oro y cobre Cabeza de Negro  en Ica, Perú, el 10 de abril de 2012.

Mineros descargan minerales y rocas en la operación de rescate de nueve mineros atrapados en la mina de oro y cobre Cabeza de Negro en Ica, Perú, el 10 de abril de 2012.Reuters / Mariana Bazo

La cuestión del empleo

Aunque los mercados y las calificadoras de riesgo, como JP Morgan, reaccionaron positivamente a los resultados electorales en Perú, esa «alegría» debe verse con cautela por los factores que probablemente se opongan al proyecto de acentuar el modelo extractivista.

«Perú tiene una de las producciones con más bajos costos, lo que está provocando mucho desarrollo en el área del cobre»

Se prevé que la principal oposición política al plan de convertir a Perú en una potencia minera provenga de la izquierda, del Frente Amplio. Verónika Mendoza, que quedó tercera en la carrera por la presidencia, insistió durante su campaña en que el país debía apostar por un cambio en el modelo económico priorizando las actividades productivas que generan más empleo, declaró el año pasado al portal Perú21.

Para Morales, Perú debe apostar más a la agricultura y no hacer de la minería el eje central de la economía. Las razones de esta postura, según su partido, es la vulnerabilidad del modelo extractivista por su dependencia del mercado internacional, que inciden directamente en el impacto de esa actividad en las exportaciones, el PIB y la recaudación fiscal.

Mineros cuelan materiales que contienen oro en el pueblo minero de Relave, en la provincia de Parinacochas, en Ayacucho, Perú, el 20 de febrero de 2014.

Mineros cuelan materiales que contienen oro en el pueblo minero de Relave, en la provincia de Parinacochas, en Ayacucho, Perú, el 20 de febrero de 2014.Reuters / Enrique Castro-Mendivil

Producción vs. precios

De acuerdo a un artículo publicado por el portal web de Corporación, si bien la minería experimentó un récord histórico de producción entre julio y octubre de 2015, que superó en 42,9% la de extracción de 2003, la disminución de los precios internacionales en el sector hizo que cayera el valor de las exportaciones en 9,8%, según cifras del año pasado.

«De manera que el récord de producción minera no alcanza a compensar la caída de los precios», añade el informe. La deprimida cotización de los minerales también augura una menor rentabilidad para las empresas en los próximos años y se ve reflejada en la mengua de la recaudación.

Al cierre del año pasado, el impuesto general de la renta (IGR) experimentó un retroceso de 12,8% con respecto a 2014 como consecuencia —en parte— de la reducción de pagos del sector minero, que cayó el último año hasta situarse en 6,7% después de haber aportado 50,9% de ese impuesto en 2010.

Pero no todo es negativo. En declaraciones a RT, el exviceministro de Gestión Ambiental de Perú, José de Echave, consideró que «si bien los precios han bajado y las inversiones también han caído de manera sostenida, América Latina sigue recibiendo 28% de las inversiones mundiales del sector».

«Si bien las inversiones han caído de manera sostenida, América Latina sigue recibiendo 28% de las inversiones mundiales del sector»

La ventaja de Perú, considera De Echave, es que el país tiene «una de las producciones con más bajos costos, lo que está provocando mucho desarrollo en el área del cobre».

Conflicto social

Aunque se estima que la puesta en marcha de megaproyectos mineros en Perú como el de Las Bambas, la mina ubicada entre las provincias de Cotabambas y Grau, en el centro del país, permitirá la explotación de 1,08 millones de toneladas de concentrado de cobre y contribuirá a mantener la tendencia al alza de la producción del sector, su impacto real en la economía aún está por verse.

Más allá de que se recuperen los precios de los metales, el costo social y ambiental de esos proyectos sigue siendo un escollo. El año pasado, por ejemplo, las comunidades que habitan en las zonas aledañas a Las Bambas iniciaron protestas para exigir al Gobierno la paralización de las plantas de molibdeno y el almacén de concentrados por considerar que tendrían efectos negativos sobre su integridad y la de sus tierras, refiere El Comercio. Las movilizaciones dejaron un saldo de cuatro muertos y 23 heridos.

Las movilizaciones dejaron un saldo de cuatro muertos y 23 heridos

La resistencia de las comunidades no es en contra de los proyectos mineros en sí, sino de la ‘flexibilización’ de las condiciones para las transnacionales, que generan impactos ambientales graves. Asimismo, las organizaciones sindicales han exigido que los proyectos generen más oportunidades laborales, indica TeleSUR.

«La mitad de las comunidades indígenas están en zonas mineras, lo que hace suponer que mientras se amplíen los proyectos allí, los conflictos se vuelvan más violentos y más polarizantes», considera De Echave.

Mineros extraen minerales y rocas durante la operación de rescate de nueve mineros atrapados en la mina de oro y cobre Cabeza de Negro en Ica, Perú, el 10 de abril de 2012.

Mineros extraen minerales y rocas durante la operación de rescate de nueve mineros atrapados en la mina de oro y cobre Cabeza de Negro en Ica, Perú, el 10 de abril de 2012.Reuters / Mariana Bazo

El reto del empleo

Las protestas no son gratuitas. La inequidad y la pobreza en las zonas mineras tiene como principal causa el desempleo y las condiciones desfavorables para los trabajadores que se incorporan a esa actividad económica.

«La situación en las minas peruanas no es la mejor: 70% de los mineros no tiene relación directa con las empresas sino con intermediarios. Partimos entonces de una situación complicada y preocupante que vulnera varios convenios establecidos por Perú en la Organización Internacional del Trabajo (OIT)», explica el exviceministro.

La situación en las minas peruanas no es la mejor: 70% de los mineros no tiene relación directa con las empresas

Por eso, la formalización del sector minero es uno de los retos que deberá enfrentar el nuevo Gobierno para disminuir la conflictividad social y avanzar hacia la consolidación de una actividad económica que, a la fecha, solo genera 1% de empleo, refiere De Echave.

La meta de que la nación suramericana logre posicionarse como una potencia minera dependerá de que resuelva su conflictividad interna, se produzca el milagro de la recuperación de los precios internacionales de los metales, luego del fin del superciclo de las materias primas; y los flujos de inversión para los proyectos en ese sector vuelvan a ser positivos.

Sin embargo, De Echave reitera: «Nadie pronostica una recuperación y Perú no puede seguir insistiendo en una economía que genera una vulnerabilidad enorme. El mayor desafío, más que convertirse en una potencia minera, es diversificar la matriz productiva con actividades más amigables con el ambiente y más intensivas en la generación de empleo».

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