02/09/2017/elconfidencial / MF
Dicen que la posición en la que dormimos está condicionada a veces por nuestra forma de ser. Si lo hacemos solos, los expertos aseguran que la postura puede depender de la naturaleza de nuestro carácter, así, los más abiertos tienden a dormir de lado, mientras que los más tranquilos lo suelen hacer boca arriba. Si alguien nos acompaña en el lecho, la pose de los enamorados a la hora de conciliar el sueño puede ser también una señal que revela incluso algunos de rasgos muy definitorios de una relación.
Tal motivo explica por qué a veces no nos resulta sencillo cambiar este hábito. Ello a pesar de que ciertas posiciones, como dormir boca abajo, están altamente contraindicadas debido a que afectan a la posición natural de las espalda y dificultan la respiración. De todas las variantes, parece, sin embargo, que hay una especialmente aconsejada.
Los expertos concuerdan en que existen una serie de ventajas evidentes a la hora de dormir de lado, en la posición que técnicamente conocemos como decúbito lateral. De las dos opciones posibles, especialmente saludable resulta utilizar el flanco izquierdo en vez del derecho. De los beneficios estudiados, estos son los cinco que más se suelen destacar.
Previene la demencia
Durante el sueño, el sistema glinfático se encarga de limpiar ciertos desechos presentes en el sistema nervioso, como los depósitos de beta-amiloides. Un reciente estudio de la Universidad de Stony Brook, publicado en el ‘Journal of Neuroscience’, confirma que la posición de decúbito lateral es precisamente la más eficiente para que este sistema drene tales residuos nocivos del modo más eficiente.
Nuestro estómago pende de una manera más natural, evitando que se dé por la noche reflujo hacia el esófago
Como desvelan varios estudios apoyados por la Asociación Internacional del Alzhéimer, una buena calidad del sueño se convierte en un factor vital a la hora de prevenir la enfermedad. Aquellas personas que poseen importantes trastornos, como la apnea obstructiva, ven continuamente interrumpido este proceso de limpieza. La purga de las toxinas es además más intensa en las etapas de sueño profundo, algo que dichos enfermos no llegan a veces a alcanzar.
Mejora la digestión
Dormir en el lado izquierdo puede ser preferible al derecho por una mera cuestión de gravedad. De manera específica, yacer sobre este flanco permite que los residuos del aparato digestivo se desplacen con más facilidad desde el intestino grueso hacia el colon.
Al hallarse también en el lado izquierdo, nuestro estómago pende de una manera más natural, previniendo que por la noche nos podamos acabar desvelando por culpa de un molesto reflujo hacia el esófago. La actividad del pancreas puede verse también favorecida al encontrarse ente órgano también en este lado.
Indicado durante el embarazo
Algunos doctores recomiendan a las futuras madres dormir recostadas hacia el lado izquierdo por los beneficios que tiene tanto para ellas como para el feto. Parece ser que con esta posición se incrementa la cantidad de sangre y nutrientes que llegan finalmente hasta la placenta.
Dormir con esta postura facilita el drenaje de ciertas sustancias nocivas para el sistema nervioso como los beta-amiloides
La embarazada respira mejor de lado que boca arriba, ya que por su condición, los pulmones quedan menos comprimidos. Otros órganos fundamentales también acabarán agradeciendo que se los libere de la carga del feto, tal y como ocurre con el hígado.
Alivia los problemas de espalda
Las personas que sufren dolores crónicos de espalda también pueden extraer importantes alivios si duermen apoyados sobre el lado izquierdo. La razón es tan simple como que con esta postura se libera a la columna vertebral del peso del cuerpo.
Si no puedes evitar yacer mirando al techo, la recomendación más habitual es utilizar una almohada especialmente baja para favorecer la posición natural del cuerpo, o directamente retirarla.
Bueno para la salud cardiovascular
Para todos aquellos que no se vean afectados por los problemas de las embarazadas, adoptar la posición de decúbito lateral izquierdo libera al corazón de cierta presión, facilitando además la circulación mayor, es decir, aquella por la que la sangre cargada de oxígeno sale por la arteria aorta y da la vuelta a todo el cuerpo antes de retornar al órgano a través de la vena cava.
[staff_social]
Deja una respuesta