14/01/2016/
La sonda Juno de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) batió este miércoles el récord de la europea Rosetta y se convirtió en la nave impulsada por energía solar que llega más lejos, a 793 millones de kilómetros del Sol (493 millones de millas).
El hito espacial ocurrió ayer a las 19:00 GMT, cuando Juno superó la distancia de 792 millones de kilómetros (492 millones de millas) alcanzada por la nave Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) en octubre de 2012 durante su aproximación al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, informó la NASA en un comunicado.
La distancia máxima del Sol que alcanzará Juno en sus 16 meses de misión científica será 832 millones de kilómetros (517 millones de millas), un incremento de casi el 5 % sobre el récord de Rosetta.
Lanzada en 2011, Juno es la primera nave impulsada con energía solar diseñada para operar a tanta distancia del Sol, con el fin de estudiar Júpiter, que está cinco veces más lejos del astro rey que la Tierra y en cuya órbita está previsto que entre el próximo 4 de julio.
Por ello, la nave, que pesa cuatro toneladas, requiere de paneles solares de amplia superficie, tres de nueve metros de largo (30 pies) con 18.698 células solares individuales.
A la distancia de la Tierra respecto del Sol, esas células generarían unos 14 kilovatios de electricidad, mientras que esa cantidad será de 500 vatios cuando la sonda llegue a la órbita de Júpiter.
«Sin embargo, la nave está diseñada de manera muy eficiente y esa cantidad será más que suficiente para que efectúe su tarea», aseguró Rick Nybakken, el director de proyecto de Juno en el Jet Propulsion Laboratory de Pasadena (California).
Antes que Juno, ocho naves navegaron por el espacio profundo en el lejano Júpiter gracias a de energía nuclear.
Juno será la que más se acerque y pasará a la historia por ser la primera nave con energía solar diseñada por la NASA para operar a una distancia tan alejada del astro rey.
Esta misión con energía solar es posible gracias a la mejora de las células solares, a instrumentos espaciales eficientes a nivel energético, al para evitar la del planeta y a una órbita polar que minimiza la radiación total.
«El Sol nos está ayudando a aprender sobre el origen de Júpiter y los otros planetas que orbitan alrededor de él», destacó en un comunicado Scott Bolton, investigador principal de la misión Juno en el instituto de investigación Southwest (San Antonio, Texas).
«Juno va a aprovechar todas las ventajas tecnológicas para comprender nuestros orígenes. Usamos todas las técnicas conocidas para ver a través de las nubes de Júpiter y desvelar los secretos que el planeta guarda sobre la historia temprana de nuestro sistema solar», añadió.
Juno, nombre de la esposa del dios Júpiter en la mitología romana, partió el 5 de agosto de 2011 a bordo de un cohete Atlas V equipado con cinco propulsores de combustible sólido, desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Cabo Cañaveral (Florida).
La sonda espacial emprendió entonces un viaje de cinco años hacia Júpiter para descifrar algunos de los enigmas del planeta gaseoso, considerado la «piedra Rosetta» del Sistema Solar.
Los científicos esperan poder resolver algunas cuestiones como la cantidad de agua que tiene el planeta o si, además de estar formado por gases como hidrógeno y helio, cuenta con un centro sólido, así como el papel que desempeñó en la formación del Sistema Solar.
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