25/06/2025/Victor Gómez, El Crepuscular/Diario La Hora/El Comercio
En una operación quirúrgica de la fuerza pública, fue capturado José Adolfo Macías Villamar, alias ‘Fito’, uno de los capos más buscados de América Latina y líder indiscutido del grupo criminal Los Choneros. La detención se produjo la madrugada del 25 de junio en una vivienda tipo búnker en la ciudad costera de Manta, luego de 18 meses prófugo.
‘Fito’ había escapado de la cárcel Regional de Guayaquil en enero de 2024, desencadenando una ola de violencia carcelaria y atentados en las principales ciudades del país. Su fuga dejó al descubierto la profundidad de la corrupción en el sistema penitenciario: guardias cómplices, inhibidores de señal desactivados y celdas VIP con teléfonos, whisky y conexión satelital.
Según fuentes del Ministerio del Interior, la ubicación del capo fue posible gracias a las nuevas leyes de Solidaridad e Inteligencia que permitieron interceptaciones legales e infiltración de estructuras aliadas de Los Choneros. “Para los que se opusieron y dudaron: gracias a esas leyes, Fito fue capturado”, afirmó el presidente Daniel Noboa.
Los Choneros: poder letal desde las cárceles
Formada originalmente como una red de microtráfico en la provincia de Manabí, Los Choneros evolucionaron en la última década en una megabanda vinculada a cárteles mexicanos (Sinaloa y Jalisco Nueva Generación), controlando rutas del Pacífico y extorsionando a comunidades pesqueras, transportistas y comerciantes.
Bajo el mando de ‘Fito’, la organización impuso el terror en y desde las cárceles: dominaban pabellones con armamento, establecían conexiones internacionales desde teléfonos satelitales y negociaban incluso con políticos y policías corruptos.
Reportes filtrados por el Observatorio de Crimen Organizado identifican a Los Choneros como responsables de al menos 340 homicidios selectivos en 2024 y más de 120 atentados con explosivos en áreas urbanas, incluyendo la explosión de un vehículo frente al canal TC Televisión en Guayaquil.
¿Y ahora qué?
La captura de ‘Fito’ representa un golpe estratégico, pero no definitivo. Expertos como el criminólogo Luis Córdova advierten que la detención puede provocar “reacomodos violentos” en la jerarquía criminal y guerras internas entre bandas aliadas, como Los Lobos y Los Tiguerones.
Mientras avanza su proceso de extradición a Estados Unidos, la Fiscalía General investiga a exfuncionarios penitenciarios que habrían colaborado en su fuga y posterior encubrimiento. Se teme que otros líderes criminales adopten nuevas tácticas de invisibilidad tras este arresto de alto perfil.
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