03/02/2016/Cocina y Vino
Entre las montañas del Parque Nacional Páramo La Culata, existe una hermosa transformación en la cual elazúcar contenida en la frutas en forma de glucosa o fructuosa, se convierte en anhídrido carbónico y alcohol mediante la fermentación.
Con una gran calidad de exportación, la ciudad de Mérida, hace gala de sus hermosos y delicados vinos jóvenes, gracias a la mora de castilla (Rogus Glaucus) o mejor conocida como mora de fresa. La cultura vinícola merideña ha ido creciendo a través de los años y hoy por hoy presenta una producción de diversas variedades, entre ellas vinos dulces, vinos secos y vinos semi secos.
Al pedir una copa de vino, muchos ignoramos todo el trasfondo que se esconde detrás del proceso que involucra, y aunque este no es un vino de larga maduración, ya que debe ser tomado antes de los 4 años, pasa por procesos hermosos de creación.
Un buen vino de mora debe ser embotellado en vidrio oscuro o muy oscuro, y debe ser encorchado y protegido por una capsula de plástico. No importa cuán joven o viejo sea, lo importante es que es hecho en Venezuela.
Conoce más de Mérida y sus vinos artesanales.
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